-Oiga! Puede decirme por qué necesita usted escuchar su palantófono a todo volumen?
-Qué, está prohibido, acaso?
-No, pero es molesto! No logro oír lo que me dice este vendedor, y está aqui junto a mí.
-Eh?....Es que esta radio está muy buena, vea....Oiga, más bien. Radio Númenor, la mejor.
-Pero estoy tratando de averiguar el precio de estos embutidos.
-Eh?...Ah, embutidos, sí....Entre nosotros, si se acerca, le digo algo.
-Dígame, pero no sé si lo voy a poder oír.
-Del otro lado de la plaza, el otro vendedor los tiene más baratos. Y mejores, a mi gusto.
-Sí? Mi suegra, que es la que hace las compras, siempre viene aquí.
-Y por qué no está su suegra comprando hoy?
-Se intoxicó con embutidos...por eso vengo por más.
-Hombre!, haber empezado por ahí.
-Qué, no va a bajar ese maldito palantófono, entonces? Qué barbaridad, ya no hay educación en la Tierrra Media.
sábado, 22 de septiembre de 2007
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